Coro Lario - un espacio para intercambiar opiniones acerca de la música coral en Argentina

El weblog de Johann Tenorio, Buenos Aires, Argentina
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viernes, enero 27, 2006

Erase una vez en Salzburgo...

Cualquiera que haya querido buscar algo en el Google en el día de la fecha se habrá encontrado con que la 2ª "o" tenía puesta una peluca blanca de esas que se usaban en el siglo XVIII, y que la 2ª "g" se había transformado en una clave de sol instalada en un pentagrama que atravesaba el logotipo del buscador. Pasando el puntero del mouse por encima de dicho logotipo, aparecía una leyenda que rezaba "Mozart Birthday".

Johannes Chrysostomus Wolfgangus Göttlieb MozartPues así es, mis queridos despistados, hoy se cumplen nada menos que 250 jóvenes años del nacimiento de quien, casi seguramente, fue el genio musical más grande que haya dado la humanidad: Johannes Chrysostomus Wolfgangus Göttlieb Mozart, más conocido como Wolfgang Amadeus Mozart.

No voy a brindar aquí sus datos biográficos ni hacer una reseña de su obra, ya que con sólo poner su nombre en el Google se encontrarán con millones de sitios donde podrán encontrar la información que deseen acerca de la vida y milagros del Amadeus.
Tampoco quiero ponerme a disertar sobre algunas turbias teorías conspirativas acerca de su muerte y el destino de sus restos, aún hoy desconocido.
Ni mucho menos pretendo ponerme a opinar sobre la calidad de sus cientos de composiciones, cuyo número exacto aún se discute.

Sólo quiero expresar aquí, en este humilde post, que no estaría hoy tratando de llevar adelante un weblog sobre música coral si no fuera porque alguna vez alguien me llevó a la rastra a un concierto coral y allí escuché el "Ave Verum Corpus" KV 618.
Que alguna vez me escapé subrepticiamente de mi casa para ir a ver "Amadeus" (toda una aventura, ¿no?), y si bien la película me gustó y hoy forma parte de mi magra DVDteca, si hay algo de ella que me hicieron temblar en la butaca fueron esos primeros compases de la Sinfonía Nº 25 KV 183.
Que mi primer obra sinfónico-coral fue, de más está decir, el "Requiem" KV 626, merced a haberme colado en un coro que lo venía ensayando desde hacía 6 meses, y cuyo director, harto ya de que una de sus sopranos lo volviera loco transmiténdole mis súplicas para dejarme integrar el coro, accediera por fin a tomarme una prueba de voz y tuviera la buena voluntad de darme el sí (o mejor dicho, el "ufa, está bien").
Que, siendo un acérrimo enemigo de la ópera en todas sus formas, sólo una vez he presenciado un espectáculo de este tipo, y fue con "La Finta Giardiniera" KV 196, una "ópera buffa" en tres actos. Y que no volveré a ver una ópera, a no ser que se trate de "La Flauta Mágica" KV 620.
Que todavía me estoy volviendo loco para ver si puedo conseguir una copia de la partitura del ofertorio "Misericordias Domini" KV 222, y miren que he dado vueltas por Internet, con la vana esperanza de poder cantar alguna vez esa maravilla.

Un autógrafo del AmadeusPero bueno, a quién le importa todo esto. Es sólo que "Coro Lario" no podía estar ausente de este aniversario, y que desde aquí quiero decir simplemente ¡Feliz cumpleaños, Amadeus! ¡No te mueras nunca! ¡Gracias por acercarme, con unos pocos garabatos en un pentagrama, a este mundo hermoso de la música coral, que me hizo vivir cosas tan intensas, de las lindas y de las otras también!

Y ya que estoy, les comento que en breve habrá alguna novedad interesante en "Coro Lario", algo que creo que les va a gustar a todos, y que no será otro que Wolfgang Amadeus Mozart el encargado de dar el puntapié inicial a este proyecto.
Esperen y verán...

Johann

sábado, enero 14, 2006

Wikipedia: los lectores al poder

Si usted, estimado lector, es uno de esos especímenes mundialmente conocidos como "nerds", seguramente lo primero que leyó cuando recibió el "Clarín" del miércoles 11/01/2006 fue el suplemento de informática, dejando de lado cosas mucho más trascendentes, tales como el comentario del vibrante empate entre Boca y Racing de la noche anterior.
Allí habrá podido enterarse de la nueva polémica internacional sobre el devenir de Wikipedia, "la enciclopedia libre" según su slogan.

Para quienes aún no saben de qué se trata Wikipedia (compréndalos, querido lector, no todos son nerds como nosotros), les cuento: Wikipedia es un proyecto internacional de enciclopedia on-line y gratuita, que se basa en las contribuciones de sus usuarios. Para quien sólo desea hacer una consulta, funciona igual que cualquier otra enciclopedia, es decir, uno entra, busca lo que necesita, y listo. Pero como decía antes, lo novedoso de Wikipedia es que cualquier cibernauta de buena voluntad puede enviar algún artículo que aún no figure en la enciclopedia, o corregir uno existente. Hasta aquí, todo muy bonito.

Obviamente, Wikipedia tiene sus bemoles. Por empezar, como cualquier enciclopedia, es incompleta y tiene errores. Y tratándose de un proyecto como éste, que no tiene una poderosa editorial u organismo gubernamental que lo respalde, se cae de maduro que tiene muchas más inconsistencias que la Encarta o la Espasa Calpe. El hecho de encontrar un artículo depende siempre de que algún usuario se haya tomado previamente la molestia de subirlo a la enciclopedia. Y en caso de encontrar dicho artículo, todavía nos queda el problema de decidir si el mismo es confiable o no.
Por dar un ejemplo, durante las investigaciones que llevé a cabo antes de comenzar a escribir esta nota, probé con algunos nombres que se me vinieron a la mente a ver si estaban incluídos en Wikipedia, entre ellos el de José Hernández. Para mi sorpresa, no hay ningún artículo referido al autor del "Martín Fierro", aunque sí aparecen José Larralde, Mario Pergolini y Martín Cardetti (para quienes no lo conocen, es un futbolista sin demasiada trascendencia). En el primer caso el artículo es un poco tendencioso, en el segundo está algo desprolijo, y el tercero me parece totalmente irrelevante en una enciclopedia.

Pero acá viene lo bueno de Wikipedia: con sólo registrarse como usuario, uno puede, si tiene ganas, corregir esos errores o agregar nuevos artículos. Y lo cuasi milagroso es que el sistema... ¡funciona! En efecto, como habrán visto si siguieron el link a la nota de "Clarín" que incluí más arriba, la enciclopedia se depura a sí misma, ya que si bien existen inadaptados que la utilizan con fines propagandísticos, políticos, publicitarios o simplemente para molestar, siempre aparece algún usuario listo para enmendar estos inconvenientes. No se olviden que Wikipedia tiene millones de personas dispuestas a hacer de correctores.

En mi caso, como no podía ser de otra manera, ya me registré y es mi intención subir el artículo sobre José Hernández, para lo cual tendré que encontrar una vieja monografía que preparé para la facultad (así es, tuve mi época de universitario). Otra idea que se me ocurre es escribir algo sobre Fernando Moruja, aunque no creo ser la persona más idónea para hacerlo. Y también quisiera aportar algo sobre mis idolatrados Les Luthiers.

Ahora bien, al principio de esta nota les mencioné algo acerca de una polémica sobre Wikipedia. Y ustedes se vendrán preguntando a qué polémica me refería.
El tema es que parece ser que los editores de algunas enciclopedias de renombre están algo preocupados por la aparición de Wikipedia. Es el caso de la ilustre Encyclopaedia Britannica, una tremenda colección de libracos que eran de especial predilección para nuestro Jorge Luis Borges, por ejemplo. Aparentemente, esta enciclopedia ha sufrido una notoria caída en sus ventas provocada, supuestamente, por la aparición de Wikipedia. Por lo cual sus editores han decidido emprenderla contra este proyecto, con los argumentos ya explicados acerca de sus falencias e imprecisiones. Lástima que no se les ocurrió pensar en algún otro tipo de estrategias, como por ejemplo rebajar el precio de la Britannica desde sus actuales u$s 1.400.- a una cifra algo más accesible para el común de los mortales...

No quiero dejar de mencionar un detalle. The Choral Public Domain Library, más conocida como CPDL, que era la página desde donde muchos de nosotros descargamos cientos de partituras de música académica (afortunadamente, liberada hoy al dominio público, con lo cual nadie nos va a venir a acusar de piratas por cantar el "Ave Verum" de Mozart), ha sido absorbida por Wikipedia. Este hecho, si bien en sí no tiene nada de malo ya que CPDL sigue funcionando tan bien como antes o tal vez mejor, a mí no deja de provocarme una cierta sensación de "matrifagia" (disculpen el neologismo), ya que la idea de formar una biblioteca donde todos pueden dejar su contribución para hacerla crecer es sin duda la misma vieja idea de Rafael Ornes para su CPDL.
De todos modos, creo que la integración de CPDL a Wikipedia puede servir para que ambas contribuyan a un crecimiento mutuo.

En síntesis, creo que hoy en día gracias a Internet, hay cada día más oportunidades para enriquecernos culturalmente. El intercambio de archivos en redes P2P y Wikipedia son dos herramientas poderosas que están al alcance de todo aquel que pueda acceder a una conexión a Internet, y afortunadamente cada día son más las personas que pueden disponer de ella (como ejemplo, pueden leer este artículo).
Está en nosotros el saber usar esas herramientas para el crecimiento de toda la sociedad. Aprovechémoslas.

Les aviso que seguiré insistiendo con posts de este tipo.
Algún día, alguien los va a leer.

Johann

domingo, enero 08, 2006

Conflicto internacional

Al parecer, el viejo sueño federalista de tener un país con una sede absolutamente descentralizada se ha visto realizado en los últimos días gracias a la temporada vacacional, y aparentemente los grandes sucesos argentinos ya no tienen como escenario a la Plaza de Mayo.
Según lo que se puede observar en los noticieros, las grandes decisiones y las declaraciones de mayor peso institucional se toman en los nuevos centros del poder, como por ejemplo Mar del Plata, Pinamar, Villa Carlos Paz y otras localidades otrora conocidas como "centros turísticos".

De hecho, a tanto ha llegado la descentralización que uno de nuestros más importantes núcleos informativos, merced a la trascendencia histórica de los hechos que allí tienen lugar, ni siquiera se encuentra en nuestro propio territorio, sino en la ciudad en cuyas orillas se cruzan las aguas del Atlántico con las del Río de La Plata: Punta del Este.

En dicha ciudad, por ejemplo tuvo lugar un hecho crucial para nuestras relaciones bilaterales, más importante aún que el trivial incidente de las papeleras: la trompada de Charly García a un paparazzi uruguayo, noticia de tal magnitud que a punto estuvo de provocar el envío de tropas vía Buquebus y la finalización del ciclo "Hablemos de fútbol" con un combate a 12 rounds entre Roberto Perfumo y Víctor Hugo Morales.

Para enmendar dicha situación, y a modo de desagravio, nuestra Cancillería ya puso en marcha un plan oficial de "lavado de imagen" del vecino país, consistente en varias etapas, dos de las cuales ya se encuentran en pleno desarrollo:
1) Silencio oficial respecto al mencionado incidente de las papeleras, abandonando por completo a su suerte a los intolerantes ciudadanos de Gualeguaychú, que no tienen empacho en cortar una ruta internacional simplemente por un poco de olor a huevos podridos.
2) Envío de cronistas de impecable trayectoria como el Bebe Contepomi a cubrir la noche (y cuando una molesta resaca no lo impide, también el día) del ya mencionado balneario del Lejano Oriente sudamericano, con notas de contenido tan desgarrador como la incisiva entrevista a un chico de 14 años que contenía preguntas de tan elevado nivel periodístico como "¿Y? ¿Hay levante o no hay levante?"

Se encuentran aún en etapa de estudio las próximas etapas del Plan de Desagravio, que consistirían en una declaración oficial de la Casa Rosada admitiendo que Gardel habría nacido en Tacuarembó, la entrega de la isla Martín García a jurisdicción uruguaya, desmentidas tajantes a supuestas presiones al plantel argentino previas a la final del '30, y otras propuestas de índole similar.

"Coro Lario" seguirá atento al desarrollo de este tema y otros de la misma relevancia, como por ejemplo los rumores de topless en Villa Carlos Paz, la desgarradora situación de los turistas en la Costa Atlántica por el mal tiempo, las explosivas declaraciones de algunos de los personajes más célebres de nuestro quehacer cultural, cobertura permanente al desarrollo del apasionante "Pentagonal de Verano", etc.

Desde la olvidada ciudad de Buenos Aires, informó para "Coro Lario"

Johann

viernes, enero 06, 2006

A esperar el CD

Ya sé, me van a decir que estoy contradiciendo todo lo que dije en las "Pantallas" de los últimos días, incitando a mis lectores a abonar el importe del CD que está por grabar el Grupo de Canto Coral en los próximos días.
Bueno, si hubieran estado anoche en el concierto del GCC, entenderían el porqué. Estoy absolutamente seguro de que éste va a ser uno de esos pocos casos en que el valor del inminente CD va a superar ampliamente su precio. Dos conceptos bien distintos, que pronto desarrollaré con más profundidad.

Pero no me quiero distraer del tema central de esta nota, que obviamente es comentar "Otra flor... de música coral argentina", el concierto de anoche del GCC.
Se había puntualidad a los asistentes, y hubo bastante de eso. Al momento de iniciarse el concierto, la Iglesia de San Nicolás de Bari estaba casi hasta el tope de su capacidad. Y había unos cuantos espectadores notables, ya les comentaré.

Y empezó nomás el concierto. Arrancaron con las "Lamentaciones del Profeta Jeremías" de Alberto Ginastera, uno de nuestros compositores más destacados. Habiendo cantado estas obras no hace mucho tiempo, doy fe que no son fáciles y que exigen mucho del cantante. Así que arrancar con esta obra era todo un desafío, y de más está decir que el GCC superó el mismo con la soltura a que nos tiene acostumbrados.

Un detalle llamativo que me gustaría comentar es que "Otra flor..." tiene un formato bastante peculiar. Está conformado básicamente por 6 trípticos, o grupos de 3 obras cada uno, que, o bien conforman una sola obra, o tienen un hilo común bien definido. Lo cual supone para el espectador avisado una ventaja, que es que hay que aplaudir cada tres canciones, je...

El siquiente tríptico fueron "Tres canciones sobre poesías de Jorge Manrique", musicalizadas bellamente por Víctor Torres, nuestro más afamado barítono. Me hicieron acordar al estilo de Fernando Moruja, y son muy recomendables para cualquier público.

Luego vinieron dos trípticos de esos que son complicados: los "Tres madrigales de Torcuato Tasso", musicalizados por Jorge Maronna (no sé si lo ubican, suele andar tocando unos instrumentos raros en un quinteto masculino bastante conocido), y las "Tres poesías de Carlos Estévez", con música de Julio Viera. Y acá sí que el desafío fue para el público, porque ambas obras son absolutamente vanguardistas, de esas que más que buscar la armonía, parece como si buscaran la afrenta al oído del oyente. Pero la aceptación del público, merced a la excelente interpretación del GCC, fue más que aceptable. Tal vez influyó también la presencia de los compositores entre la audiencia, y a eso me refería cuando hablaba de presencias notables.

Y en el tríptico siguiente, "Tres arreglos para coro" de obras extraídas de la "Serie del Angel" de Astor Piazzolla, arregladas por Javier Zentner, también pudimos observar entre los espectadores... no, bestias, ¿cómo va a estar Piazzolla? No, el que estaba entre el público era el Mº Zentner, y se llevó sus merecidos aplausos ya que los arreglos son de gran nivel. Y también fue muy aplaudida María Dolores Ibarra, la soprano que hizo el solo de la "Resurrección del Angel", y realmente parecía que uno de ellos estaba sobrevolándonos.

El concierto terminó con algo que en realidad no era un tríptico, pero sí tenían un factor común importante: tres canciones del "Cuchi" Leguizamón, el bailecito "De solo estar", la zamba "Si llega a ser tucumana" y la "Chacarera del expediente", con arreglos de Hugo de la Vega, Santiago Búcar y Eduardo Ferraudi respectivamente. Un final con todo, con unas interpretaciones magníficas que dejaron bien en claro que el GCC, gracias a la magistral dirección del Mº Néstor Andrenacci, puede abordar cualquier tipo de repertorio con la misma calidad.
De bis nos dejaron "Chacarera Santiagueña", que no desentonó luego de las tres obras anteriores.

Como resumen de la velada, sólo puedo expresar una frase que me surgió del alma cuando terminó el concierto: ¡¡¡quiero cantar ahíiiiiii!!!
¿Podré?

Johann

miércoles, enero 04, 2006

¡Hay vida en Enero en Buenos Aires!

Vamos a descansar por un momento de nuestra faceta combativa, para dedicarnos a pasar algunas informaciones que están un poco más en sintonía con la temática habitual de este blog.

Como habrán visto hace unos días, Rita Stein nos pasó el aviso que se iba a realizar un concierto durante el mes de Enero, más precisamente mañana 5 a las 20 hs., y que no hacía falta irse a Mardel para poder escucharlo, ya que es acá en Buenos Aires.

Pues bien, les comento que no va a ser el único concierto que podremos disfrutar en este verano porteño. No señores, además del Coro Litúrgico de la Basílica Nuestra Señora de la Piedad, también el Grupo de Canto Coral ha decidido deleitarnos con un concierto de música argentina contemporánea y popular. El problema es que... también es mañana. Para más datos, a las 20:45 en la Iglesia San Nicolás de Bari, Av. Santa Fé 1352, Capital.

Miren que Enero es largo, eh. ¿Era necesario que los dos conciertos fueran el mismo día?
Bueno, los veo en alguno de los dos,

Johann

Pantalla de un nuevo mundo (parte III)

"La mayor riqueza que tiene un país es la cultura, eso lo hace más libre.
Un país será más libre en cuanto sea más culto. Es difícil que exista un país culto que se haya sometido a una tiranía. Yo creo que es la gran riqueza del colectivo humano, la cultura, pues es lo que lo diferencia de las bestias. Es el deseo de conocimiento".
Luis Eduardo Aute


Esta breve cita del gran compositor canario es la que abre el libro que les mencioné ayer, "Copia este libro", de David Bravo Bueno, y que acabo de terminar de leer. Y es bastante apropiada para establecer cuál es la idea central que surge de su lectura: no dejemos que nadie, por un interés personal, nos prive del acceso a la cultura, que no es un privilegio para quien pueda pagarla, sino que es un derecho adquirido por el sólo hecho de haber roto la placenta a cabezazos.

A través de las páginas de "Copia este libro", DBB nos va develando, por momentos con bastante crudeza y por otros con un fino sentido de la ironía, unos cuantos chanchullos que son moneda corriente en el negocio de la difusión de la cultura. Negocio que se ve amenazado por el intercambio de archivos a través de Internet, y que reacciona de la manera en que suelen reaccionar los reaccionarios: por medio de la amenaza, la incitación al miedo, la descalificación de quienes piensan distinto, y hasta el agravio liso y llano.

En "Copia este libro" podemos encontrar unos cuantos ejemplos de la iniquidad con que se mueven las multinacionales que se reservan el poder de decidir qué es lo que vamos a escuchar, a leer o a ver en una pantalla grande, simplemente mediante un cálculo de cuál es el beneficio económico que les reporta uno u otro artista.
Que quede claro, en todo momento DBB se ocupa de establecer que no es el autor a quien van dirigidas sus denuncias, sino a quien se encarga de esquilmarlo sistemáticamente con contratos leoninos y de adoctrinarlo en la fe de que su enemigo Nº 1 es quien se baja su disco de un servicio P2P.

Por otra parte, DBB hace gala de todos sus conocimientos en jurisprudencia sobre propiedad intelectual y derechos de autor, aniquilando uno a uno los pseudoargumentos esgrimidos tanto por empresarios como por funcionarios de la SGAE (el equivalente español de "nuestro" SADAIC). Y más aún, en uno de los capítulos del libro hasta te podés divertir un rato con un pequeño "Manual para empresarios y sus defensores", donde nos pinta un retrato bastante pintoresco de cómo funciona la mente de estos antipáticos personajes.

Además, "Copia este libro" no se limita simplemente a denunciar o a desmantelar argumentaciones. También se pueden encontrar, en los últimos capítulos, una serie de alternativas de negocio para que Shakira y Jennifer López no tengan que dedicarse al servicio doméstico para ganarse el sustento. Alternativas que además le dan lugar a los artistas que recién comienzan, para que éstos puedan zafar del típico primer contrato que los condena casi a la esclavitud creativa, y que en muchos casos termina siendo el último contrato, ya que no son pocos los que suelen quedar en el camino en virtud de alguna cláusula vampírica.

El libro tiene un sólo punto débil, y es que muchas de las tesis que formula no son aplicables en nuestro país, ya que las legislaciones son bastante diferentes. En un próximo post (¿otro más?) me dedicaré a explorar un poco esas diferencias.
Pero este pequeño inconveniente queda absolutamente superado por la universalidad de la idea central del libro, que ya comenté en el primer párrafo de este post, y que nos obliga a hacernos una pregunta muy concreta: están tratando de privarnos del derecho a la cultura, ¿qué vamos a hacer para evitarlo?

Y anticipándome a las preguntas capciosas de más de un gracioso, les informo que no soy el agente de prensa de don David, y tampoco recibo comisiones por difundirlo. ¿No les dije que se puede bajar gratis?

Y no es lo único, eh...

Johann

martes, enero 03, 2006

Pantalla de un nuevo mundo (parte II)

En el post anterior terminé diciendo que en éste me iba a referir a las posibilidades que se abren al campo de la difusión cultural a partir del intercambio de obras culturales a través de Internet.
Debo confesar, sin embargo, que lo que tenía en mente se ha visto sacudido por un sismo intelectual, provocado por haber leído apenas la primera mitad del libro "Copia este libro", del abogado español David Bravo Bueno, que se ofrece para descargar gratuitamente desde la mismísima página oficial del libro. Y mis ideas, luego de haber leído esta obra, no han cambiado precisamente para mejor, sino que más bien ando con ganas de salir a incendiar discográficas, diarios, canales de televisión, y todo aquello que posea un leve tufillo a medio de comunicación de la filosofía consumista.

Pero trataré de respetar la hoja de ruta trazada al principio de esta nota por entregas, y me dedicaré primero a comentar lo que habrán podido ver si siguieron los links que publiqué al pie del post anterior. O sea, cuáles son las alternativas de difusión de que dispondrá en el futuro el autor de una obra cultural.

Por ejemplo, una de las opiniones de moda entre los cibernautas es que, en el futuro, los músicos deberán vivir exclusivamente de los ingresos que perciban por sus actuaciones en concierto. Una idea en la vengo pensando desde hace un tiempo, y ahora descubro que lejos estoy de ser el único. Y que por otra parte, no está demasiado alejada de la práctica, si tenemos en cuenta que de los $ 20.- o más que pagamos por un CD, son sólo algunos centavos los que llegan efectivamente al bolsillo del artista. Adivinen quién o quiénes se quedan con el resto.

Los cineastas y los actores de películas, en estos casos, esterían algo más complicados, ya que difícilmente se pueda asistir a una presentación de "Star Wars III: Revenge of the Sith" en un teatro de Broadway, y sería más que improbable que Tom Cruise vuelva a hacer sitcoms o volver a sentir las tablas bajo sus pies para ganarse la vida. Pero teniendo en cuenta las desproporcionadas ganancias que vienen percibiendo algunos directores y actores, qué quieren que les diga... la idea me resulta bastante seductora.

Ahora bien, ¿qué diantres harán los escritores de libros? ¿De qué podrán vivir Paulo Coelho y Michael Crichton? ¿Es que acaso tendrán que resignarse a llevar la vida de don Pedro Bonifacio Palacios, a quien la mayoría de nosotros conoce por el seudónimo de Almafuerte, que iba de pueblo en pueblo leyendo sus propias poesías para ganarse el pan de cada día, incluso llegando a negarse a que sus obras se publiquen para no perder ese raro privilegio de poder mantenerse a costa de su trabajo?

¿Y los pobres diseñadores de software? O mejor dicho: ¿y las pobres megaempresas de diseño de software? ¿De dónde podrán obtener sus ingresos? ¿Deberán seguir el ejemplo de otras empresas más modestas que se dedican al desarrollo de programas freeware? ¿Deberán abrir los códigos fuentes de sus sistemas operativos, para que cada usuario los modifique según sus necesidades? Válgame Dios, qué horror...

Es complicado responder a estos interrogantes, pero todo parece indicar que Internet está proponiendo un nuevo modelo de mercado cultural. O, lo que es más preocupante para quienes manejan hoy día ese mercado, un nuevo modelo de CULTURA.
¿Y por qué digo esto? Porque Internet hace que la gente se comunique y se transmita la información de boca en boca, y más aún desde el nacimiento de los weblogs, que le dieron una oportunidad de expresarse a quienes nunca habían podido hacerlo hasta ahora. Hoy todo aquél que dispone de una moneda para acercarse a un locutorio puede dar a conocer sus pensamientos a una enorme multitud de semejantes en todo el mundo, ya sea adminstrando un blog o dejando sus comentarios en el blog de otro.
Sin ir más lejos, hace apenas un par de años este humilde escriba era apenas uno más entre el gran pueblo coral argentino. Hoy, y sin habérmelo propuesto, descubro que genero reacciones entre todos los estratos de esa misma masa coral, desde el presidente de una asociación de directores hasta el último en ingresar al coro que a ustedes se les ocurra, y todo porque un buen día se me ocurrió publicar algunas de mis opiniones.

No se olviden de eso, Internet no es de nadie. Por eso es de todo aquél que se tome el tiempo de recorrerla, y por qué no, de dejar sus ideas grabadas en ella.

En el tercer y último capítulo de este "delirium profeticus" que me agarró, les comentaré algo más acerca del libro "Copia este libro", que es un verdadero mazazo en plena mollera. No apto para personas impresionables, les garantizo.

¡Animo, mis queridos lectores, que ya falta poco!

Johann

lunes, enero 02, 2006

Pantalla de un nuevo mundo (parte I)

Ayer, como parte de la nueva filosofía que adopté con el año nuevo, decidí desenterrar por un rato la cabeza de mi ombligo y me lancé a la aventura de navegar por la Internet (hablando de eso, si alguien sabe por qué aquí en Argentina la consideramos femenina y en varios países de Hispanoamérica la asumen masculina, "el Internet", que nos mande una pista).
Así fue que, saltando de link en link, me enteré de que hay una polémica muy interesante acerca de cómo será el futuro de muchas áreas de la cultura, como la música, el cine, la literatura y el diseño de software (creo que a esta altura de los acontecimientos también podemos considerarlo como parte de la cultura), a partir del advenimiento de servicios de intercambio de archivos. Dentro de estos servicios, el que está más en boga es el intercambio P2P ("peer to peer", o "par a par", aclarando que se usa la palabra "par" en su sentido humanístico y no en sentido matemático), a través del uso de programas como el eMule y sus predecesores, comenzando por el Napsters, pero también hay muchos programas que permiten el intercambio de archivos mucho más "formales", como el ICQ, el el MSN, y por qué no el Outlook o cualquier programa de manejo de correo electrónico.

¿Qué provoca todo esto? Por supuesto, que todo aquél que posea una computadora, preferentemente con conexión a Internet a través de banda ancha, tiene la posibilidad de intercambiar música (ya sea como canción en formato mp3 o como simple partitura), películas o libros completos, programas "crackeados", etc., sin pagar absolutamente nada. Lo cual, desde ya, aniquilaría algunas poderosas industrias como la discográfica y la cinematográfica, industrias que obviamente son hoy las que ponen más énfasis en la lucha contra lo que consideran "piratería", como si ellas fueran inocentes ángeles que nunca supieron lo que es vivir de la obra de otros.

Los usuarios de estos servicios contraatacan diciendo que en realidad no están haciendo nada ilegal, ya que en su gran mayoría no se "bajan" las canciones con ánimo de lucro, que es lo que está expresamente prohibido por todas las leyes de derecho de autor (o como más apropiadamente dicen en los países de habla inglesa, "derecho de copia") en vigencia en los distintos países del globo. Concepto que es discutido en varios ámbitos, con argumentos que van desde la simple duda acerca de la intención real del consumidor de estos servicios, hasta la discusión semántica acerca de qué es el lucro mismo, considerando que es lucro el sólo hecho de disfrutar de la audición de una obra musical (y sí, con tal de sacar plata, ya inventan cualquier disparate).

Evidentemente, lo que se pone en tela de juicio es el crecimiento desmesurado de ciertas empresas de difusión de cultura, que en realidad no mueven una sola neurona creativa, pero se llevan la mayor parte de la enorme torta horneada al calor de la avidez del gran pueblo consumista por tener el último disco de U2 o ver la última película de Harry Potter. Encima, con tal de proteger sus fuentes de ganancias, son capaces de diseñar unos miniprogramas anti-copias que luego se descubrió que eran "rootkits", una especie de virus, que sin pedirle permiso a nadie se instala en la PC del desprevenido comprador del CD y comienza a enviarle información sobre sus actividades a la empresa fabricante. Así como suena.

Ahora bien, ¿qué tiene que ver todo esto con la música coral?
Parece que nada, pero este tema es de tal trascendencia que sin duda nos afectará tarde o temprano, ya que al fin y al cabo, somos artistas, ¿o no?
Pero además, traigo este tema a colación porque ha sido el leit-motiv del XIII Festival de Blogs, que en realidad es poco más que una encuesta de opinión acerca de un tema específico, y donde aportan sus ideas quienes desarrollen un blog y tengan alguna opinión acerca de la materia en cuestión. Y como "Coro Lario" es un blog de opinión, no puedo dejar de meter la cuchara en esto, más allá de que el Festival cerró... el 25 de Diciembre de 2005. Qué le voy a hacer, me enteré tarde.

El tema sigue, y la parte II de este post discurrirá acerca de los posibles desenvolvimientos del quehacer cultural a partir de estas nuevas tecnologías.
Así que el que se aburrió con este post, queda avisado: el próximo hablará sobre lo mismo.
Ustedes deciden si leerlo u olvidarlo,

Johann

Enlaces relacionados:
eConectados - XIII Festival de Blogs
eConectados - Cronología del error garrafal
El Blog de Enrique Dans - Buenos y Malos
El Blog de Enrique Dans - Más sobre top-manta y P2P