Cierre total por mudanza
Y quienes quieran leer notas nuevas... bueno, sigan leyendo y se enterarán.
El por qué es bastante fácil de adivinar. Estaba escribiendo un post cada dos meses, lo cual no tiene sentido en un blog como éste, donde al menos todas las semanas hay novedades de índole coral. Que una gacetilla, que un pedido de voces, que una crónica de conciertos... salvo en Enero, siempre hay algo. Y bueno, aprovecho este mes canicular para la ceremonia de cierre.
También hay razones que explican por qué estaba escribiendo poco y nada en "Coro Lario".
La principal es que estoy casi retirado de la actividad coral. De hecho, sólo estoy participando en un grupo vocal, que encima ensaya los sábados lo cual me quita muchas posibilidades de asistir a conciertos, y no sería propio de Johann Tenorio abandonar su tarea de "cronista coral". Así que, si bien sigo suscripto a listas de correo dedicadas a la música coral y en general me entero de unas cuantas cosas, me siento un poco como que "ya no soy del palo", sino que más bien me encuadraría dentro del "los de afuera son de palo".
Y otra razón importante es que estaba medio cansado de ser siempre la manzana de la discordia. Lamentablemente, en la actividad coral argentina hay mucha farsa, mucha hipocresía y mucho cinismo. Cuando uno escucha un coro, hay que decir "qué maravilloso, que buen trabajo de interpretación, qué impresionante el director" aunque las desafinaciones se escuchen desde los barrios linderos. Hay personajes que son considerados "próceres corales" y sólo está permitido verter comentarios elogiosos acerca de ellos, aunque sus coros provoquen un efecto parecido al del Alplax. El que fotocopia partituras es un criminal digno de la horca, aunque en los coros argentinos sea más difícil encontrar una partitura original que un unicornio azul.
He llegado a pelearme (o mejor dicho, él se enojó conmigo) con un director de vasta trayectoria, simplemente por animarme a decirle que en el ambiente coral hay mucha gente que desconfía de él. Lo más divertido es que yo lo sigo considerando uno de mis personajes más admirados, pero bueno, "maten al cartero"...
Y en este ambiente, un Johann Tenorio jamás es bienvenido. De hecho, se me consideraba un tipo casi hasta peligroso. Y todo porque nunca quise esconder la basura bajo la alfombra, o al menos gran parte de ella, porque a decir verdad hay unos cuantos trapitos sucios que preferí no ventilar.
Por último, la realidad es que además tenía ganas de escribir en un blog de interés un poco más general. Hay muchos temas como política, deportes, música de otros géneros y/o países... y todos esos temas tienen poca cabida en "Coro Lario". Por eso, de aquí en más, seguiré escribiendo en otro blog, que les advierto que no será fácil de digerir. Si usted, caro lector, prefiere llevar una vida llevadera y despejar su mente de las miserias del mundo actual, le advierto que mejor NO ENTRE AQUI. Es por su salud, vió...
Me despido de mi viejo blog, al que siempre le estaré agradecido porque me permitió conocer mucha gente de renombre, pero lo más importante es que gracias a él hoy puedo decir que he conseguido algunos nuevos amigos, pero amigos en serio, de esos en los que confío a ciegas y creo que ellos saben que también pueden hacerlo conmigo. No vienen a mis conciertos, no me escriben para el cumpleaños, pero no importa: son amigos, y esas nimiedades no cuentan.
Los dejo con los King's Singers, que me van a ayudar un poco con la mudanza "Desconstruyendo a Johann" y armándolo en otra parte, y con los Take 6 que harán de todo un poco, quizás en la tónica de lo que será el nuevo blog.
Gracias por todo, nos estamos viendo,
Johann
Etiquetas: Comentarios de actualidad coral, Divagues Personales