El weblog de Johann Tenorio, Buenos Aires, Argentina
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martes, diciembre 05, 2006

Primero lo segundo

Portada del bello programa de mano que recibimos en la entrada
Durante este fin de semana de festejos tuve la oportunidad de presenciar y/o participar en dos encuentros corales, uno el viernes y otro el sábado, y por una cuestión de que uno también tiene derecho a pasar un rato agradable con amigos y familiares, me perdí algunos otros.
Todos ellos eran de alguna manera importantes, pero, tal vez por una mera cuestión de impacto emocional, prefiero dedicarme a comentar en primer término el que cronológicamente vino segundo, o sea, el Concierto Homenaje a Fernando Moruja que se realizó el sábado en el Colegio Nacional de Buenos Aires.

En realidad no hay posibilidad de realizar una crónica como las que suelo escribir, desarrollando los aspectos técnicos de la actuación de los coros participantes. En primer lugar porque tanto el Vocal Meridión como el Grupo Vocal de Difusión (dirigidos por Ana Laura Sluvis y Mariano Moruja respectivamente) tuvieron una actuación muy correcta y prolija.
Pero el motivo principal radica en la esencia misma de la convocatoria. No se trataba del lucimiento de cada coro, ni de sus integrantes, ni de sus directores, sino de rendir homenaje a quien se transformó, en apenas 44 años y unos días, en una de las personalidades que más hizo por nuestra música coral. Fefe
Formó parte de varios coros, dirigió otros tantos, fue docente y compañero de sus dirigidos, hizo arreglos vocales, compuso obras maravillosas, y encima le quedó tiempo para ser uno de los gestores de la idea que luego se transformaría en ADICORA.

Fue, de todos modos, una linda oportunidad para escuchar las hermosas obras de Fefe. Algunas bastante conocidas, como "Miedo", "Canción 31" (musicalizaciones de poesías de Gabriela Mistral y Rafael Alberti, respectivamente), varias de las "V Obras Sacras" y alguna más. Otras no tanto, y de hecho fue un placer entrar en conocimiento de maravillas como sus dos misas (la "Breve" y la "Seconda"), las extrañas "Tres canciones humorísticas sobre poesías de Quevedo" o "Los ángeles bailan sobre la hierba", con texto de Juan L. Ortiz.

Click para ver el slide de fotosY por sobre todas las cosas, fue un evento de altísima emotividad. Hubo, por supuesto, muchos pares de ojos enrojecidos, tanto entre los asistentes como entre los cantantes. Hubo tiempo para hacer un repaso más o menos teórico sobre las obras de Fefe, mediante la lectura de un texto de Claudio Alsuyet, quien no pudo asistir al homenaje. Hubo también algunas risas, humedecidas por las lágrimas, cuando un ex-integrante del Coral de la Rábida y el Vocal Meridión (pido mil disculpas, pero no tomé nota de su nombre) tomó el micrófono para deleitarnos con un texto de su autoría, recordando algunas anécdotas vividas al lado de Fefe.
Por eso, ese gesto de Mariano Moruja, alzando al cielo las partituras de Fefe al final del concierto, provocó un aplauso interminable que fue una memorable despedida a quien muchos, de una manera u otra, seguimos extrañando.

Espero no haber abundado en golpes bajos, porque la verdad es que, si bien la ocasión se prestaba para ello, no los hubo en este homenaje.
Perdón si suena a abuso de confianza... chau, Fefe,

Johann

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