Tarjeta roja
Antes de pasar a relatar los pormenores de la "Cena de Corolarios II", me voy a referir brevemente a un hecho que acaba de ocurrir hace poco menos de 2 horitas. Así que es información bien fresquita.
Me acaban de echar del Coro de Cámara Zahir.
La cosa se desencadenó porque el coro, por iniciativa de su director Diego Boero, está encarando un proyecto que lamentablemente no entra dentro de mis gustos musicales: la ópera "Orfeo y Eurídice" de Gluck. Ustedes ya saben que la ópera no me va ni me viene, y les juro que hice mis mejores esfuerzos para que me guste. Pero no hay caso, entre la ópera y yo hay una cuestión de piel.
De todos modos, y luego de haberme acostado a cualquier hora en virtud de nuestra reunión, hoy a las 9:30 estaba en pleno Centro dispuesto a afrontar el primer ensayo de la dichosa ópera. Me banqué, con la mejor cara posible, las tres horas y media que duró el ensayo, de las cuales apenas unos 45 minutos fueron de actividad musical, y todo el resto se dedicó a la parte coreográfica. No es precisamente eso lo que tengo en mente cuando estoy en un coro de cámara.
Sobre el final del ensayo, se solicitó que, como la régie tenía que viajar en unos días y los plazos se acortaban, le dedicáramos al tema un ensayo más por semana. Y ahí sí que tomé la decisión de decirle que no al proyecto. No me siento dispuesto a hacer semejante esfuerzo por algo que no me reditúa nada en lo económico (porque el cachet que nos correspondía iba a parar al fondo del coro) ni en lo artístico, ya que mis metas musicales son totalmente distintas.
Bueno, en fin, que hice el planteo de que no iba a participar de la ópera, pero que me ofrecía a seguir participando del coro en cuanto a su repertorio de cámara. Y me dijeron que no, ya que este repertorio se iba a ensayar en los ratos libres que nos dejara la ópera. Propuse entonces que, luego de finalizada esta última (mediados de junio), podría reincorporarme al coro. Y me dijeron que tampoco, que el coro era eso, que esas eran las condiciones, así que la puerta estaba por allá.
Una pena, la verdad. No sólo por haber quedado fuera de un coro al que le había dedicado los últimos 5 años, sino también por ver cómo, haciendo uso de las palabras que un amigo usó para describir la situación, "se está desperdiciando un coro de cámara haciendo ópera", un género por demás respetable, pero muy pobre en cuanto a las partes corales se refiere.
Listo, cerrado el tema. Sólo me queda avisar que, más allá de haber dejado de cantar en Zahir, no estoy en la búsqueda de otro coro para reemplazarlo. Aclaro esto antes que me empiecen a atosigar con ofrecimientos para ir a cantar en éste o aquél coro, sobre todo teniendo en cuenta que este año los tenores somos figuritas difíciles (cualquiera que haya hecho un seguimiento de las gacetillas con pedidos de voces que anduvieron dando vueltas por el aire, habrá notado que en la mayoría de ellas buscaban tenores).
Más tarde, en cuanto el Cello BruTzo me envíe las fotos, les cuento sobre la cena de anoche.
Saludos,
Johann
Me acaban de echar del Coro de Cámara Zahir.
La cosa se desencadenó porque el coro, por iniciativa de su director Diego Boero, está encarando un proyecto que lamentablemente no entra dentro de mis gustos musicales: la ópera "Orfeo y Eurídice" de Gluck. Ustedes ya saben que la ópera no me va ni me viene, y les juro que hice mis mejores esfuerzos para que me guste. Pero no hay caso, entre la ópera y yo hay una cuestión de piel.
De todos modos, y luego de haberme acostado a cualquier hora en virtud de nuestra reunión, hoy a las 9:30 estaba en pleno Centro dispuesto a afrontar el primer ensayo de la dichosa ópera. Me banqué, con la mejor cara posible, las tres horas y media que duró el ensayo, de las cuales apenas unos 45 minutos fueron de actividad musical, y todo el resto se dedicó a la parte coreográfica. No es precisamente eso lo que tengo en mente cuando estoy en un coro de cámara.
Sobre el final del ensayo, se solicitó que, como la régie tenía que viajar en unos días y los plazos se acortaban, le dedicáramos al tema un ensayo más por semana. Y ahí sí que tomé la decisión de decirle que no al proyecto. No me siento dispuesto a hacer semejante esfuerzo por algo que no me reditúa nada en lo económico (porque el cachet que nos correspondía iba a parar al fondo del coro) ni en lo artístico, ya que mis metas musicales son totalmente distintas.
Bueno, en fin, que hice el planteo de que no iba a participar de la ópera, pero que me ofrecía a seguir participando del coro en cuanto a su repertorio de cámara. Y me dijeron que no, ya que este repertorio se iba a ensayar en los ratos libres que nos dejara la ópera. Propuse entonces que, luego de finalizada esta última (mediados de junio), podría reincorporarme al coro. Y me dijeron que tampoco, que el coro era eso, que esas eran las condiciones, así que la puerta estaba por allá.
Una pena, la verdad. No sólo por haber quedado fuera de un coro al que le había dedicado los últimos 5 años, sino también por ver cómo, haciendo uso de las palabras que un amigo usó para describir la situación, "se está desperdiciando un coro de cámara haciendo ópera", un género por demás respetable, pero muy pobre en cuanto a las partes corales se refiere.
Listo, cerrado el tema. Sólo me queda avisar que, más allá de haber dejado de cantar en Zahir, no estoy en la búsqueda de otro coro para reemplazarlo. Aclaro esto antes que me empiecen a atosigar con ofrecimientos para ir a cantar en éste o aquél coro, sobre todo teniendo en cuenta que este año los tenores somos figuritas difíciles (cualquiera que haya hecho un seguimiento de las gacetillas con pedidos de voces que anduvieron dando vueltas por el aire, habrá notado que en la mayoría de ellas buscaban tenores).
Más tarde, en cuanto el Cello BruTzo me envíe las fotos, les cuento sobre la cena de anoche.
Saludos,
Johann
8 Comentarios:
Qué lujete se dan algunos de dejar de lado un tenor!
En fin, elabore el duelo, Johann, y siga adelante, que ahora va a tener más tiempo para escribir para Coro Lario.
Sus lectores lo esperamos, como también las fotos del evento del viernes.
Saludos
Lamento lo que le paso Tenorio,pero habra otros coros donde pueda poner su voz,que lo recibiran gustosos,y ya sabe,cuando quiera ir pa´l lado de San Martin,le hacemos un lugarcito.Saludos.
Fulero, fulero todo lo que pasó... Boero habrá pensado que si aflojaba perdía autoridad delante de los demás...
Y bué... Tenorio, una experiencia más...
Un abrazote. Rita
Bravo Tenorio!!
Usted sabe que yo ya me jugué con su candidatura para el "Personaje polémico del Mundo Coral 2006", y veo que no me está defraudando... jajajajaaaa
Hablando en serio, Johann... la honestidad ante todo, así que si un grupo decide REDEFINIR sus objetivos (como entiendo que pasó en este caso), a mi me parece MUY LICITO que cualquier coreuta pueda decir claramente si se suma o no... aún cuando eso signifique "quedarse afuera" del grupo (como también veo que pasó en este caso, je), a los riesgos los conocemos todos, así es la vida...
A lo sumo esto último dependerá de cómo "el grupo" sea capaz de aceptar una opinión disidente...
En fin, siga adelante con lo suyo amigo, siga cantando con pasión en Almavoce... y siga opinando, aunque se equivoque como también es muy humano que ocurra.
Lo que le pido es que no me vaya a agotar las polémicas así de rápido... mire el año es largo, y recién estamos promediando marzo...
Un abrazo (berp!... ´taba rica la tortilla del viernes...)
Pd.: lo invitaría a cantar en Modus, pero no necesitamos Tenores ... además a Diego (nuestro director) no le gustan los coreutas que "sacan los pies del plato", jejeje.
Gracias a todos por el apoyo recibido, tanto aquí en los comentarios como por mail. Nunca me habían echado de un coro, y la verdad es que la sensación es bastante feúcha.
Así y todo, hay algo que no quiero dejar de mencionar. Diego Boero debe ser (apuesto cualquier cosa) una de las mejores personas en nuestro ambiente coral. Digo esto porque no quisiera demonizar a quien no lo merece.
Sin duda, en este caso debe haber pasado algo como lo que menciona Rita, eso del principio de autoridad.
Pero qué quieren que les diga, más allá de lo que aprecio al Mº Boero... cuando algo no me gusta, no me gusta. Y si encima me lo hacen ensayar dos veces por semana, sólo una compensación económica lo justificaría. En este caso no la había, y miren que se trataba de una producción importante, eh. Se trataba de tres presentaciones en el Teatro Avenida, lo cual implica que había bastante dinero implicado (en las charlas previas, se habían mencionado números de cinco largas cifras).
Bueno, ya está. Ahora, a seguir con AlmaVoce, y seguramente algún otro proyecto que ya va a aparecer por el camino. A ver si se piensan que uno es de los que se quedan tranquilos así nomás...
Gracias de nuevo,
Johann
Fuerza, Tenorio, yo también sé lo que es que lo echen a uno de un coro...lo mío fue puramente problemas de polleras (bah pantalones)...pero lo suyo m'ijo, no sé, hay algo que enseñan en la secundaria que se llama "conversación" y otra que enseñan en la iglesia que se llama "tolerancia", se podrían haber combinado ambas DOS.
Venga a tomarse unos amargos a la isla o a comer ñoquis ¿le gustaron? No me afloje.
Bueno obviamente por mi juventud (jeje) no tengo mucha experiencia en cuanto a coros, hace 3 años nomás que canto :D pero del primer coro me echaron jeje, así como suena, y por algo parecido, simplemente no me gustaba lo que estábamos cantando, me parecía más aburrido que no cantar y ya había descubierto lo apasionante que podía ser Resonancia, asíque con aire de galán ofendido de novela el director me dijo que yo padecía aun problema de "madurez" y que me fuera del coro...
En fin, uno tiene que cantar lo que tiene ganas, lo que lo mueve y no si hay una compensación económica o no para entregarnos mansamente a hacer algo que no nos llega al corazón, más si pretendemos llamarnos artistas aunque sea desde la humildad de expresar e interpretar creaciones artísticas ajenas.
Je, Conisss, la comunidad coral en su conjunto le agradece que no haya mencionado el nombre del director en cuestión. A ver si todavía me pretende pelear la nominación a "Personaje Polémico 2006".
Isla, mi querida amiga de tantas batallas, le cuento que esas dos materias no las estudié en el secundario, y a la iglesia suelo ir bastante poco. Pero más allá de eso, tiene razón. Habría sido bueno conversar sobre todo esto antes de llegar hasta donde llegamos.
Y le acepto la invitación, aprovechando que estoy de vacaciones. Un día de éstos le aparezco con las medialunas. La yerba la pone usted, eh.
Besos a todos,
Johann
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