¿Hay alguien ahí?

Supongo que no, dado lo poco que estoy posteando últimamente. ¿Quién va a entrar a leer un blog que hace más o menos dos semanas que tiene el "...y además hay coros, por supuesto" ahí arriba? Un opio total. Así que este post lo escribo para mí solo. Pero si alguien lo lee, por favor no dejen de hacérmelo saber.

Tengo muchas novedades, todas de índole personal, y algunas de ellas relacionadas además con el ámbito coral. Paso a contarles.

Para quienes me vieron personalmente por última vez unos 20 días atrás, si me vieran hoy notarían que me he pegado un notorio corte de cabello. Esto puede sonar trivial (en realidad es bastante trivial, para ser sincero), pero se complementa con dos accesorios que he comenzado a utilizar por estos días: un estilizado par de anteojos para ver de cerca y una costosa pipa que me han obsequiado. Acerca de los anteojos, hace ya unos cuantos meses que los andaba necesitando, habida cuenta de que estoy por llegar a los 40 (me faltan apenas 3 meses y monedas), y cada vez más cerca de empezar a preocuparme por todas esas cositas que empiezan con "pr": presbicia, próstata, prótesis dentales... mejor no sigo para no deprimirme.
Ah, y la pipa... ya les contaré cómo andan mis experimentos con el adminículo. Es más, en cuanto pueda me saco una foto con las gafas y la pipa y la publico en este mismo post.

La semana pasada estuve bastante atareado. Resulta que una vieja amiga me pidió si no podía darle una mano a uno de los coros que integra, el Coro Aires, dirigido por otra querida amiga, María Graciela Pereira. Tenían que presentarse el pasado viernes 25/8 en un encuentro coral en el Auditorio de la Universidad del Salvador, y sus dos tenores se encontraban imposibilitados de asistir a dicho encuentro. Por lo cual me pasó las partituras de las 6 obras a interpretar... el día 19/8. Así es, me tuve que aprender el repertorio del Aires en 6 días. Y bueh, dicen que salió bastante bien. Eso espero, porque por amigos como ellos soy absolutamente capaz de arriesgarme a pasar papelones 10 veces peores que ése, pero la verdad es que me sentiría mucho mejor sabiendo que no les fallé en el entrevero.

Y la frutilla del postre. Por estos días, aprovechando el congreso del WACCA (World Assembly of Choral Conductors Associations, o algo así) en Buenos Aires, se encuentran en esta ciudad varios directores corales de los más remotos confines del globo. Entre ellos se encuentra la Mª cubana Beatriz Corona, autora de joyitas corales como "Penas" y "Entre el espanto y la ternura". Y aprovechando tan ilustre presencia, el Mº Eduardo "Chino" Correa... la secuestró y se la llevó para Olavarría, donde ha organizado un taller de preparación de obras corales de la afamada compositora y directora caribeña.
Hete aquí que mis compañeros y directora de AlmaVoce no han tenido mejor idea... que enviarme como corresponsal a Olavarría, con todos los gastos pagos (sí, créanlo). El problema es que todo se organizó en menos de 15 días, por lo cual ando a las apuradas averiguando horarios, enviando gente a comprarme los pasajes, armando la valija y todo eso, pero la cuestión es que este fin de semana estaré en la querida ciudad de Olavarría asistiendo al mencionado taller. Y como es lógico, aprovecharé la estadía allí para charlar con mucha gente importante dentro del ámbito coral... y no quiero prometer nada para no defraudar a nadie, pero mi idea es llevarme el grabador y hacer entrevistas para publicarlas luego en este blog. Veremos si, conociendo mi proverbial timidez, cuando llegue el momento me animo a sacarles una nota a los consagrados.

Bueno, mañana trataré de publicar las gacetillas recibidas para este fin de semana, y después me despediré hasta mi regreso desde la pampa húmeda.
Iba a mandar saludos, pero me acabo de acordar que no debe haber nadie leyendo esto, así que...
Johann