El weblog de Johann Tenorio, Buenos Aires, Argentina
Para dejar tus comentarios, hacé click en el sí­mbolo Pero en éste no!!! En el de abajo de cada nota, o hacé click aquí­ para enviarme un e-mail

martes, junio 21, 2005

Lastima, bandoneón...

Cuando empecé a cantar en coros, allá por los comienzos de la década del 90, existía el mito de que los coros no podían cantar tango.
El motivo esgrimido era que no se podía interpretar fielmente la cadencia del tango, y que inevitablemente un arreglo coral de tango tenía que sonar "chan-chan-chan-chan-chan-chan...", totalmente cuadrado y rígido.

Pasaron los años, y he cantado muchos tangos, en los diversos coros y grupos vocales que integré. Algunos sonaban bastante bien, otros más o menos, y otros... mejor no hacer comentarios. Por dar un ejemplo, hay un arreglo muy conocido (y muy bonito) del tango "El último café", armonizado por el Mtro. Emilio Dublanc, que se cruzó unas cuantas veces en mi vida coral. Y nunca lo canté igual en un grupo que en otro. Quienes conocen el arreglo, verán que la partitura dice algo así como:

Cantado así, como está escrito, tiene menos gracia que el corralito de Cavallo. Si a eso le sumamos el hecho de que esos primeros compases son completamente homofónicos, queda algo parecido al sonido del motor de una heladera.

Ahora bien, pensemos el mismo arreglo, pero cantado así:

Tal vez no sea 100% Goyeneche, pero no me van a negar que la cosa se parece un poco más a lo que conocemos como tango.
El problema básico de los coros que interpretan arreglos corales de tangos es que leen la partitura con una rigidez digna de mejores causas. Y lo que debemos hacer cuando nos caiga en las manos un tango arreglado para coro, es pensarlo como si fuera... lo que es, es decir MUSICA POPULAR. Y la música popular no siempre se canta (ni se toca) como está escrita, sino que cada cantante le da su toque particular a los fraseos, a las acentuaciones, y hasta a las notas que componen la melodía.

En cierto sentido, esto nos recuerda a los cantos gregorianos. ¿Alguna vez vieron esas "proto-partituras" de canto gregoriano, que se escriben sobre tetragramas en lugar de pentagramas? En ellas se marcan las alturas a las que debe cantarse cada sílaba, y una muy elemental sugerencia de la duración de las mismas. Si uno tratara de cantar lo que esas partituras dicen sin un conocimiento más o menos profundo de la interpretación del canto gregoriano, llegaríamos a la conclusión de que nos está faltando información acerca de cómo se debe cantar cada frase. Y esa información faltante es algo que los monjes de la Edad Media aprendían antes de pronunciar una sola nota: interpretación. Todos sabían cómo había que cantar el gregoriano, así que cuando recibían la partitura, ya tenían muy claro cómo se desarrollaba el canto.

Con el tango pasa algo parecido: antes de cantar un tango a 3 o más voces, conviene darle una buena escuchada a los cantores clásicos del género, desde un Gardel hasta una Adriana Varela, y tratar de empaparse en el sentimiento que expresan. Y obviamente, encarar el arreglo teniendo siempre presente que es imposible que el arreglador pueda plasmar en el pentagrama ese sentimiento, y por eso en general ni lo intentan.
Así podremos derrumbar ese mito que dice que los coros no podemos cantar tango.

Sepan disculpar, esta nota me salió bastante larga y técnica.
Espero no haberlos aburrido,
Johann

1 Comentarios:

Blogger Marcelo Bruzzo dijo...

Casualidades de la vida, justamente de eso estabamos hablando hoy (ayer) con mi coro, sobre lo dificil (pero no imposible) que es hacer tango en coros, es que además de tener que reinventar lo que está escrito, surge el problema de lograr que todas las voces hagan los giros milimetricamente idénticos.

Felicitaciones por el blog!!!

22/6/05 01:51  

Publicar un comentario

<< Home