Coro Lario - un espacio para intercambiar opiniones acerca de la música coral en Argentina

El weblog de Johann Tenorio, Buenos Aires, Argentina
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sábado, diciembre 31, 2005

¿Quién dijo que las despedidas tienen que ser tristes?

Qué año, por Dios, qué año...
La verdad es que el 2005, en lo personal, en lo musical y en lo laboral, ha sido para mí una verdadera montaña rusa. Por momentos me sentí capaz de mirar el lado de arriba de las nubes, para luego sentir que me desplomaba a tierra a velocidades supersónicas. Así que se merece un post como el que verán a continuación, y que les pido que por favor lean hasta el final y sin saltearse líneas, como sé que hacen algunos, porque cada una de ellas es importante y fue escrita con el corazón. Y les prometo que tiene un final feliz.

Fue un año complicado, realmente.

Fue el año en que ví cómo se alejaba un proyecto de vida, escondido entre las valijas de la persona que amaba. Todos me decían que seguramente iba a ser para mejor, que sin duda iba a aparecer alguien mejor, pero más allá de que nadie vino a cubrir ese vacío, ¿cómo hacer para que el momento no resulte una pesadilla?

Fue el año en que tuve que dejar mi hogar por la codicia de su propietaria legal, una más de esas tantas miserables que pueblan este mundo y que no son capaces de comprender que un hogar no se hace nada más que de ladrillos, y que sólo se lo puede sostener en base a la fuerza del amor, del trabajo y de la responsabilidad, valores que no se pueden comprar con dinero.

Fue el año en que "Coro Lario" creció de una manera increíble, desde ser un simple divertimento a transformarse en un espacio donde la gente se comunica y se informa acerca de las cosas que suceden en nuestro mundo coral. No puedo olvidarme de uno de los primeros posts, en el cual lancé una compulsa para pedir la opinión de los lectores sobre un tema puntual, y no recibí ni una sola respuesta, cosa que era absolutamente previsible, ya que nadie sabía de la existencia del blog. Y tampoco puedo olvidarme de las polémicas que se armaron, poco más de un año después de eso, alrededor de mi persona, y en las cuales participaron muchos de los personajes más reconocidos del ámbito coral. De más está decir que ese enorme salto no es fácil de manejar, y tengo que reconocer que "se me subió a la cabeza". Me metí en disputas inútiles, me enojé por pavadas y por momentos me sentí como si fuera alguien importante para la música coral en este país. Por suerte, creo que ya aprendí la lección bastante bien, y espero no repetir esos errores.

Fue, además, un año con muchos problemas menores, desde la ruptura de mi PC hasta peleas en uno de los coros que integro, cosas no demasiado trascendentes pero que sumaron en contra, provocando pequeños drenajes de energía que después repercuten cuando hace falta esa energía para afrontar los problemas importantes.

Pero también hubo cositas positivas, que pasaron tal vez algo inadvertidas entre el torbellino de pequeñas calamidades del 2005.

Por ejemplo, me integré a un nuevo coro, que me hizo recuperar gran parte de la alegría perdida en muchos años de conventillos corales donde se hacía música de mayor o menor calidad, pero donde nunca pude echar raíces en lo humano, cosa que parece poder suceder en el caso de este grupo.
También me pasó que tuve la oportunidad de viajar mucho. Creo que este año debo haber recorrido más de 4.000 km por las rutas argentinas, y eso sin contar otros 3.600 por aire, algo que también tengo que contar entre las experiencias nuevas de este año (¿pueden creer que hasta ahora nunca había hecho un viaje en avión?). Y todos esos viajes fueron experiencias enriquecedoras, sin duda alguna.

Y obviamente que no puedo dejar de lado el haberlos conocido a muchos de ustedes, los lectores de "Coro Lario". Con algunos la cosa no pasó de un simple intercambio de e-mails o de comments en el blog mismo, con otros llegué a estrecharme en abrazos inolvidables, con algunos me he peleado y reconciliado, hubo con quienes he compartido horas y horas de chat, y hasta con quien he compartido alguna lágrima.
Pero todos fueron importantes, desde quien deja 5 comments diarios hasta quien entra una vez por semana, silenciosamente, para ver quién canta el fin de semana. Todos fueron importantes, porque fueron ustedes quienes le dieron VIDA a este remoto rincón de la World Wide Web. Yo pude haber sido el elemento aglutinante, el detonador de los sucesos, pero si no hubieran estado ustedes para soportarme (en el sentido de ser mi soporte), hace ya largo rato que "Coro Lario" habría desaparecido, en lugar de crecer tanto como ha crecido.

Así que mi último post del año es, sin duda, más para ustedes que el resto de los posts. Es para decirles que siento que el 2006 va a ser para mí un gran año, y que va a ser aún mejor para "Coro Lario", que va a ser un blog más maduro y conciente del pequeñísimo lugar que ocupa para la música coral, pero que va a seguir aportando su granito de arena para que siga creciendo. Y es para desearles que sea muchísimo mejor aún para ustedes. Y para agradecerles tanto apoyo, y prometerles que habrá muchas novedades en estas bonitas páginas virtuales.

Así que... ¡a festejar, que se viene un año sensacional!
Un abrazo,

Johann

martes, diciembre 27, 2005

Planificando las vacaciones

En realidad, no es que esté tratando de decidir si me voy al Caribe, a Montecarlo o a San Clemente, sino más bien de qué diantres voy a escribir durante enero y febrero, esos benditos dos meses en los que coreutas y directores se dedican exclusivamente a recuperar fuerzas para encarar el año próximo con todas las pilas (¿o no?).

Hace varios días que ya no recibo gacetillas de conciertos, sino que los únicos mensajes que han arribado a mis casillas de correo son los consabidos saludos navideños y/o findeañeros y algunas solicitudes de voces para el 2006. Como ya he dicho alguna vez, no pienso publicar pedidos de voces en "Coro Lario", ya que TODOS los coros están buscando voces, incluyendo aquellos donde canto yo. Obviamente, puedo hacer algunas excepciones, pero en general la regla será la no publicación.

Ahora bien, ¿de qué me voy a disfrazar durante estos dos meses?

Lo más probable es que escriba muy poco, aunque por otra parte me siento con ganas de dejar que mis dedos divaguen libremente sobre el teclado. Es posible que me dedique a publicar alguna nota teórica, siempre y cuando encuentre un tema que me resulte interesante y sobre el cual crea tener cierta autoridad, con lo cual el temario, como comprenderán, se limita bastante.
También qusiera dedicarme a improvisar pequeñas apologías acerca de lo que me salga, no necesariamente relacionadas con el ámbito coral. O sea, no se sorprendan si de repente se encuentran con un post en el cual hablo sobre las últimas incorporaciones de River Plate, sobre el desarrollo de la causa Cromañón durante la feria judicial o sobre si queda bien el estragón en la receta que pasó la Hermana Bernarda el otro día. Trataré de no extralimitarme, pero de todos modos quedan ustedes advertidos.

Por lo pronto, como ya les comenté, no creo que haya nuevos posts hasta el día viernes o sábado, cuando sea el momento de levantar mi copa para proponer el brindis por el nuevo año, que ¡gracias a Dios! ya está próximo.

Igualmente, no creo que el blog esté inactivo. Como habrán visto, la novela "La Condesa y el Caballero de la Cúpula de Bronce" está en su apogeo, y vuelan las flores entre uno y otro. Mientras tanto, nuestra amiga Rita Stein me acusa de depresiones etílicas, pero después me da la razón y al final le da por la autoflagelación; el Marce Bruzzo manda saludos a la gente buena y talentosa, con lo cual me deja totalmente excluído por ambos conceptos (y se suma a la moda de manguear premios por los números redondos); la Tía Conis cambia el look de su blog y alardea de saber el verdadero nombre de Podeti, ignorando que yo sé el de ella (ah, y además pretende transformarse en "la otra" de la novela antedicha, según sus propias declaraciones); se esperan novedades acerca de Si Confusa, Noris, Susy Lencio y Sin Vergüenza Ajena (andan desaparecidos, parece que los festejos les cayeron peor que a mí), y así como quien no quiere la cosa, siguen apareciendo ídolos gallináceos que dejan comentarios (¿será que nos da miedito abrir la boca en los blogs de los eufóricos primos de la ribera?). Así que siempre hay novedades por aquí.

Y prepárense, porque el último post del año será aún más duro que el de Navidad.
Que les sea leve,

Johann

sábado, diciembre 24, 2005

Mi saludo navideño

Uno, en general, no posee un espíritu navideño demasiado exacerbado. Por supuesto que me encantan las reuniones que se dan por esta época del año, los brindis, en general suelo comprar regalitos para toda la familia, bla bla bla, todo el ritual. Pero tengo que reconocer que ciertos íconos de difusión masiva en estos tiempos (Papá Noel, para ser más exactos), me tienen absolutamente harto.

De hecho, uno de mis chistes navideños predilectos es que el día que tenga un hijo, lo adoctrinaré desde su más tierna infancia en la certeza de la inexistencia del personaje antedicho, al cual acusaré de haber sido inventado por una marca de gaseosas y vestido con sus mismos colores. Debe ser por eso que hados y hadas se confabulan para que ningún alma inocente se haga acreedora del infausto destino de tenerme como padre, supongo.

Tampoco me resulta demasiado tolerable la proliferación de tarjetas alusivas que he recibido en estos días, máxime cuando ni siquiera me las mandan a mí (salvo honrosas excepciones), sino a "undisclosed-recipients", con lo cual ni siquiera tengo la posibilidad de saber a ciencia cierta en qué bolsa y con qué gatos estoy metido. De todos modos, agradezco a los pocos amigos que se han tomado la molestia de mandarme un mensajecito personalizado, aunque sea de un par de líneas, lo cual demuestra sin lugar a dudas que realmente se acuerdan de este humilde servidor. Y, sepan disculpar, no envío tarjetitas a nadie, a excepción de un solo caso, y porque la persona que la recibirá sabe que goza de un cariño muy especial por él/ella (no, no es un transexual, degenerados).

Pero tal vez lo que más me indigna de estos días es cierta tendencia en todo el mundo en desearse muchas felicidades, que en algunos casos me parece tan genuina como un billete de 3 pesos (perdoname, chiquita, por tomarte prestado el nick). Durante 350 días la gente se pasa la vida tratando de pisarse la cabeza mutuamente, para en los 15 últimos del año enviarse mensajitos de buenos augurios. En tal sentido, hay un mail circulando por el ciberspacio del Mº Jorge Dutto, quien suele leer estas páginas, que expresa sentimientos parecidos a los míos, y que no transcribo simplemente porque prefiero por esta vez utilizar mis propias palabras. Pero les garantizo que es excelente.

En síntesis, que estas fiestas no suelen ponerme del mejor humor. Pero a partir de aquí y ahora, quisiera poder cambiar esta filosofía, y empezar a pensar que hay mucha gente que realmente se merece que le sucedan cosas buenas. Quisiera poder tomar conciencia que hay personas que me han enviado, a lo largo de este año, algo más que buenos deseos: me han soportado más allá de mis malhumores, de mis torpezas y hasta de mi arrogancia en algunos casos. Personas que han disfrutado de mi macabro sentido del humor, tanto a través de la pantalla del monitor como en persona. Personas que hasta me han hecho sentir que no estoy tan solo como tiendo a creer, y que, aunque no piensen lo mismo que yo, me han hecho llegar indiscutibles expresiones de apoyo y amistad.

Así que, como podrán ver al pie de este post, me calzo el bonete rojo con el borde blanco (colores que me tocan una cuerda muy sensible, y no precisamente por bebida alguna), y desde "Coro Lario" levanto mi copa por ustedes, mis queridísimos lectores, para agradecerles todo lo que me ofrecieron sin que yo nada les pidiera, y para decirles que realmente espero que pasen una hermosa Navidad, decorada por el afecto de sus seres queridos, sean muchos o pocos, y que más allá de que el mundo se venga abajo o no, encuentren la paz y el amor que todos ustedes se merecen.

Gracias otra vez, y que el gordito simpaticón les deje una bolsa llena a cada uno,

Johann

viernes, diciembre 23, 2005

No saben lo que se perdieron

Y sí, la verdad es que quienes no fueron se perdieron una velada hermosa.
Los cinco asistentes: en primer plano Coni y Marcelo, algo más atrás un servidor, no lejos de ahí Wolfgang, y allá a lo lejos asoma la CondesaFuimos poquitos, al final, pero los poquitos que estuvimos la pasamos fantástico.

Obviamente que hubo picada, cerveza, maníes, un par de empanadas de campo (que por lo que tardaron en llegar, las deben haber hecho de verdad en el campo), un genuino sandwich de pavita (y digo genuino ya que el lugar se promociona como "los creadores del sandwich de pavita", como si hubiesen descubierto la cura contra el mal de Alzheimer), y todo terminó con un vino espumoso (champagne, bah) que no tuve la oportunidad de descorchar según mi sistema, ya que el desubicado del mozo se tomó el atrevimiento de no preguntarme si quería hacerlo yo y lo destapó sin más trámite.

Las cámaras de 'Coro Lario' sorprendieron en pleno galanteo a Wolfgang Amadeo Carrizo y la Condesa SangrientaHubo muchas, pero muchas, anécdotas corales, y también hubo algunas extracorales, como por ejemplo algunas de las románticas aventuras de la Tía Coni o las metidas de pata de la Condesa con la Flaquita (quien lamentablemente no pudo concurrir a la reunión).

Hubo un invitado al que por fin tuve el placer de conocer, el amigo Wolfgang Amadeo Carrizo, quien tuvo que luchar, siendo evidentemente un tipo bastante callado, los embates de mi amiga la Condesa, que vaya uno a saber dónde se lo quería llevar de vacaciones. Desde aquí le mando un fervoroso abrazo al pobre WAC, quien todavía se debe estar preguntando si no habría sido negocio quedarse en su casa mirando algún partido de la B Metropolitana.

-Oiga, Coni (hip), ¿no que está bueno el espumoso? -La verrrdá, Johann, hace tres copas (hip) le habría podido contestar, pero ahora...Hubo, también, algunos reproches de las mencionadas hacia mi persona, ya que consideraban que las crónicas que efectué acerca de los conciertos de sus coros fueron bastante desconsideradas (ufa, tá bien, estuve medio bestia). A lo que me di el lujo de retrucar que al menos yo fui a sus conciertos, mientras que ellas no vinieron jamás a ver uno mío.

Hubo un montón de fotos (¡37!), algunas de las cuales podrán ver en este mismo post. Pueden ver el álbum completo de fotos haciendo click aquí nomás. A propósito, el Mº Marcelo Bruzzo, quien no sólo sacó las fotos sino que se tomó el trabajo de mandármelas por mail y además subirlas a Yahoo Fotos, se me adelantó en la publicación de la nota concerniente a este evento en su blog, Apología de la Opinión, y de paso le adjuntó la mejor foto de las que tomó, maldición. Pero bueno, al fin y al cabo, todavía le tengo que agradecer que no me cobra los derechos por publicar las demás. Igual me desquité haciendo un fotomontaje artesanal, el cual les ofrezco en exclusiva.

Disculpe, maestro, pero no pude resistir la tentación de publicarle ESTA fotoHubo, obviamente, varios brindis. No me pregunten a la salud de qué fue el mismo, porque luego del tercero tuve un volcado de memoria virtual y ya no me acuerdo por qué ni para qué brindábamos. De todos modos, lo que vale es la intención.
Pero hubo algo más importante que todo lo anterior. Hubo mucha alegría. Hubo mucho cariño. Hubo mucha buena onda. Hubo, a ver si acierto con la palabra correcta, AMISTAD.
He ahí el porqué del título del blog.
Porque seguramente, quienes no pudieron venir, habrían sentido lo mismo que Coni, la Condesa, Marcelo, Wolfgang y yo. Y esas sensaciones nunca le vienen mal a nadie, creo.

Lo único que nos faltó fue cantar algo, pero qué se le va a hacer. Nos hubieran venido bien para eso Rita (contralto) y Oscar Mesías (barítono), ya que sólo había sopranos y tenores disponibles. Para la próxima, los espero ahí.

Y me reservo por ahora la transcripción de un discurso que pretendí hacer al final, ya que realmente no estaba en condiciones de darle algo de coherencia al mismo. No se preocupen, que será publicado en este blog como el último post del 2005.

Los dejo, me voy a preparar un purecito de ibuprofeno,

Johann

PD: tras la publicación de esta crónica, hubo voces que se alzaron para señalarme que el Mº Bruzzo no es tenor, sino barítono, y exigían un inmediato acto de desagravio. Alegué en mi defensa que no era para tanto, al fin y al cabo tampoco lo estaba acusando de algún delito de lesa humanidad, pero no hubo caso. Así que hago un pedido público de disculpas, y de paso le endilgo la responsabilidad de no haber podido formar el Grupo Vocal Corolario ahí mismo a la Sra. Rita Stein, ya que nos dejó sin contralto. A ver esos silbidos...

Just a little patience

Disculpen el título en inglés, pasa que era bastante apropiado para lo que quería decir. Y esto es que imagino que más de uno andará ansioso por saber qué pasó anoche en la "Cena de los Corolarios".
Ya tengo más o menos en mente una idea general de la crónica, pero como quisiera escribirla con tranquilidad, seguramente voy a tardar un rato. Además, estoy haciendo una selección de la ingente cantidad de fotografías (todas ellas excelentes) tomadas por el M° Marcelo Bruzzo y ya enviadas a mi casilla de correo.
Desde ya, un enorme agradecimiento a Marcelo, y lástima que no tengo el blog en MSN Spaces, que me permitiría meter el álbum de fotos completo. Pero voy a publicar varias, eso ténganlo por seguro.
Los espero dentro de un rato, en estas mismas páginas,

Johann

martes, diciembre 20, 2005

Se viene la cena

Así es, señoras y señores, este mismo jueves a las 20 horas es nuestra "Cena Anual de Corolarios" en el Café Margot, tal como lo venimos anticipando los que ya estamos confirmados como concurrentes a la misma.
Recomiendo en tal sentido dejar de lado todo compromiso para ese día y venirse para el mencionado boliche. Eso sí, les ruego que no me caigan de sorpresa, ya que tengo que confirmar las ubicaciones en el lugar de los hechos. Mándenme un mail, aunque sea el mismo jueves, y aguarden mi confirmación.
Aclaración importante: si bien el horario propuesto es a las 20 horas, debe interpretarse "a partir de las 20 horas". Si no pueden llegar a esa hora, o tienen que andar a los apurones para llegar, lleguen a la hora que puedan, que no vamos a instalar un reloj para fichar en la entrada. Y nadie les va a decir nada si llegan a las 10 de la noche, lo peor que les puede pasar es que se pierdan algún chiste.

Habida cuenta que sé que los lectores de este blog "somos muchos más que 10", como dijo alguien por ahí, me llama la atención la escasez de comensales confirmados al día de hoy. No tengan vergüenza y vengan, que va a ser una linda oportunidad de conocernos y la vamos a pasar lindo, contándonos anécdotas corales (y por qué no extracorales) y, si los registros de los presentes lo permiten, capaz que hasta nos podemos dar el gusto de cantar algo a 4 voces, lógicamente, "una que sepamos todos".
Y terminar la velada con un vigoroso brindis, por supuesto.
Bueno, sáquense la timidez y vengan,

Johann

domingo, diciembre 18, 2005

Rita Stein ataca de nuevo

Tal como adelanté hace un rato, me estaba faltando publicar un post para completar la trilogía prometida para el día de hoy (ya soy todo un George Lucas). Aunque tengo que reconocer que éste no me va a llevar mucho trabajo, ya que se trata de una crónica hurtada: me di el gusto ¡por fin! de rechazarle un comment a Rita Stein, pero no por ser agresivo (ya estoy aprendiendo a tomarme los palos de Rita con algo de sentido del humor), sino porque se tomó el trabajo de ir a ver un concierto y mandarme sus comentarios.
Les trancribo, enterito, el comment de Rita:

"Me parece Johann que usted anda medio perdido con el almanaque...
es un VIERNES por mes el concierto "a beneficio del órgano", con perdón de las asociaciones que surjan de esa frase... :) Hay que juntar 10.000 dólares... así que si le sobran algunos por ahí tirados, llévelos a la Iglesia Metodista, que se los agradecerán...
De paso les cuento a todos que hoy fue el último concierto del ciclo 2005 de los sábados. Actuaron tres coros: Vocal Consonante, dirigido por Eduardo Ferraudi; Agrupación Coral Kuntur, de La Rioja, bajo la dirección de Eduardo Pelliza y Cantoría de la Merced, de la ciudad de Córdoba, dirigido por Santiago Ruiz. El que se "robó" el concierto fue el coro cordobés, a pesar de ser, según confesión del propio director "un coro joven, que canta desde hace dos años solamente" y ser él mismo un director joven con poca experiencia (siempre según sus dichos). La primera parte del repertorio me tuvo la piel de gallina durante un buen rato (tres piezas sacras de Fernando Moruja; un fragmento del Requiem de Calixto Alvarez y el Gloria de la Misa Kenya de Paul Basler). El resto fue un poquito más tradicional, pero igualmente bien elegido y mejor interpretado.
Ojito: los otros dos coros hicieron muy bien lo suyo, pero la Cantoría de la Merced se llevó las palmas.
Vea Johann en qué terminó el reto... en una crónica, así que no me amenace con mandarme a cantar a lo de Cantarini, porque en definitiva estoy laburando gratis para su blog.
Rita"

Hago un comentario sobre el comentario: ¡con razón nunca me cobraban el bono!
Muchas gracias, Rita, por seguir solidarizándote con los que hacemos "Coro Lario", ya que aquí todos trabajamos por amor al arte. Es más, en cualquier momento empezamos a pedir subsidios estatales, privados, eclesiásticos, o de donde se pueda.
A ver si siguen el ejemplo de Rita y me mandan más crónicas de conciertos. ¿O es que sólo Rita y yo vamos a ver coros?

Prepárense, que se viene una semana movidita,

Johann

Pura belleza

Esas dos palabras alcanzan, ellas solitas, para definir el encuentro del viernes 16 en la Metodista de Corrientes. Claro, teniendo en cuenta los dos grupos que se presentaban, uno ya sabía que más o menos eso era lo que se podía esperar. Nada menos que el Sexteto Cantábile y el Estudio Coral de Buenos Aires.
Y tal como nuestra conspicua lectora Rita Stein lo informara, dicho encuentro se realizó con un buen fin, que es el de recaudar fondos para la reparación del hermoso órgano "Forster & Andrews", construido en 1882, y que sale bastante saladita, como podrán ver en el próximo post.
Lo que no pudo informar Rita (por que no estuvo, jeje) es que la concurrencia no sólo fue bastante grande, sino que hubo unas cuantas caras conocidas entre el público: Javier Zentner, Claudio Alsuyet, Oscar Llobet, Osvaldo Bercellini, Graciela Schneider, Silvia Pérez Monsalve, sin contar aquellos a quienes no he tenido el gusto de conocer personalmente. Pero la estrella de la noche (obviamente sin contar a los intérpretes) fue un molesto grillo que estaba al costado del templo, y cuyo insoportable "cricrido" (bueno, no sé cómo se dice) no cesó durante todo el concierto. Uno nunca fue muy amante de los insecticidas, pero en este caso puntual la verdad es que daba como para salir a comprar uno y explicarle claramente al coleóptero que no era un buen momento para escuchar sus reclamos.
Pero bueno, vayamos a los hechos musicales, que vaya si los hubo.

Como pueden ver, Cantábile cantó de pie sobre la tarima central de la MetodistaEl Sexteto Cantábile, que se presentó en primer término, abordó un repertorio bastante diverso, que incluyó desde el "O Magnum Mysterium" de Tomás Luis de Victoria hasta "Regreso a la tonada" y "La Nochera", ambas arregladas por Eduardo Ferraudi. Y, habida cuenta que ese tipo de programas multiestilísticos no son de mi predilección, lo hicieron con la elegancia y la sutileza características en ellos. No hace falta que les vuelva a insistir con las virtudes del SC, ya que todos ustedes saben que soy seguidor del grupo desde hace ya unos años. Lo que sí quiero mencionar las obras que más me gustaron: el "O Jesulein Süss", obra anónima arreglada por Johann Sebastian Bach, y el bellísimo "Miedo" de Gabriela Mistral musicalizado por Fernando Moruja.
Sobre las obras folklóricas con que el SC cerró su actuación, debo decir que las interpretaron de una manera muy personal. Por supuesto, no puede esperarse que en medio de una obra alguno de sus integrantes se salga con un estentóreo "¡adénnnntro!", sino más bien todo lo contrario. Aún en una zamba tan "pañuelera" como "La Nochera", el SC se mantuvo en su estilo y la encaró casi como si se tratara de un romántico lied de Mendelssohn. Lo cual me pareció mucho más sincero que si la hubieran cantado a grito pelado.

El Mº Carlos López Puccio en acciónY bueno, luego vino el turno del Estudio Coral de Buenos Aires. Obviamente, no puedo aportar nada que no se haya dicho (o que sí se haya dicho, por copiarle un chiste al archifamoso grupo que su director integra) acerca de la perfección que transmite el ECBA en cada una de sus presentaciones, así que prefiero dedicarme a comentar impresiones de otro tipo.
Por ejemplo, y como podrán observar en las fotos adjuntas, estaba a pasitos nomás del coro y, Sí, es verdad, la mitad del ECBA canta sentadaobviamente, del Mº López Puccio, y tuve la oportunidad de apreciar dos detalles. Primero, que no hay coro en la tierra que se escuche medianamente bien si uno está tan cerca, ya se pierde el empaste y las voces se escuchan muy separadas al dejar de sentirse la influencia de la acústica del lugar. Y segundo, ¡qué impresionante es verlo dirigir a López Puccio! Aún siendo un ferviente defensor de la teoría de que el papel del director coral es mucho más importante en los ensayos que en el concierto, igual el tipo siempre da la imagen de tener las cosas bajo su absoluto dominio.
Dejo un último párrafo para el repertorio. Qué voces, por favor...La obra principal, el "Requiem" de Ildebrando Pizzetti, está bastante lejos del dodecafonismo o el serialismo que uno espera en los conciertos del ECBA. Por el contrario, es una obra muy agradable de escuchar, que está mas cerca de Mahler que de Ligeti, y por ende no se torna insostenible por la proliferación de clusters y polirritmias. Después, como bis, cantaron un clásico de su repertorio, las "Tres Canciones Ingrias" de Veljo Tormes, una obrita tan linda como compleja.
No me queda más que decirles que el ECBA va a cerrar el año mañana en el patio de su casa, la Iglesia de La Merced (Reconquista y Perón, en plena City porteña), a las 20:30 horas. Harán este mismo repertorio y algunas cositas más, todas de compositores del siglo pasado, que si no me fallan los cálculos era el XX.

Los veo en el próximo post, que prometo que será el último por hoy,

Johann

Crónica de un concierto remoto

No se confundan, el título del post no implica que los coros participantes hayan mandado un video y se quedaron en casa haciendo zapping. A lo que me refiero es a un encuentro realizado ya hace bastante tiempo, 8 días para ser más exacto, durante aquellos tiempos inmemoriales en los que tenía la PC descompuesta.
Así es, estimados lectores, voy a publicar por fin la crónica del encuentro del sábado pasado, donde nos presentamos el Grupo Vocal AlmaVoce y el Vocal Da Capo. Obviamente, esta crónica será más bien corta, ya que casi no me acuerdo de nada, pero al menos voy a hacer el intento.

Por una cuestión de tiempos, abrió el encuentro el Vocal Da Capo, dirigido por el Mº Gastón Villazuela, ya que uno de sus integrantes debía partir raudamente para otros destinos (no me pregunten a cuáles, no averigüé tanto, che). Y al menos para mí, viejo admirador del grupo, creo que Da Capo debió haber sido el encargado de ponerle el broche de oro a la velada con su repertorio de jazz vocal deliciosamente bien interpretado. Disculpen la columna que se ve a la derecha, estaba medio de costado respecto al escenario
Si no recuerdo mal, comenzaron con "Dedicated to you", para luego seguir pasando revista por viejos clásicos de los años 30 al 50 (así lo aclaró el Mº Villazuela, disipando de esa manera mis dudas al respecto). El VDC es un sexteto, muy equilibrado en varios sentidos: no sólo por ser 3 damas y 3 caballeros, sino porque las voces están muy bien balanceadas. Incluso cuando alguno de sus integrantes hace un solo, en ningún momento uno se siente incómodo por la preminencia de una voz sobre las demás.
Para reafirmar esta opinión, diría que las obras que más disfruté fueron las que se hicieron sin acompañamiento instrumental; si no recuerdo mal, éstas eran "Paper Doll y "You'll never know". Las demás obras iban con guitarra, y espero que nadie se enoje si digo que Da Capo me gusta más cuando canta "a cappella" y se puede apreciar mejor el empaste, la afinación y las bellas voces del grupo.
La sorpresa fue que cantaron una canción originaria del hemisferio sur: nada menos que "A Felicidade", de Jobim y Vinicius, tal vez mi bossa predilecta. Y fue sin duda uno de los momentos más brillantes del concierto, si bien no me convenció demasiado el arreglo.
Pero no quiero dejar de mencionar algo que me parece tal vez más importante que todas las bondades técnicas del VDC: cantan con una soltura y una gracia que me seduce más allá del repertorio que interpreta. Se nota que hace mucho tiempo que vienen cantando juntos, aún teniendo en cuenta que no hace mucho tuvieron que reemplazar a su bajo y su mezzosoprano, ya que los nuevos integrantes se acoplaron perfectamente a las características tímbricas e interpretativas del grupo.
Bueno, en síntesis: cuando puedan, háganme caso al menos por una vez y vayan a verlos, que me van a agradecer la recomendación.

Y bueno, luego cantamos nosotros, el Grupo Vocal AlmaVoce. No les voy a hacer otra crónica más de un concierto nuestro, así que sólo mencionaré que, tal como acertó Rita Stein, incluímos en nuestro repertorio dos de las obras que trabajamos en los talleres con el Mº Néstor Andrenacci en Pinamar: "Lima de Veras" y "Sal de ahí, chivita, chivita", ésta última como cierre del concierto. Y la verdad es que gustó mucho, che, tal vez más que en Pinamar. Claro, es que la interpretación de la "Chivita" incluye algunas morisquetas bastante cómicas, que están en la partitura, no se vayan a creer que son un invento nuestro.

Para terminar este comentario, quiero aprovechar para mandarle un saludo a una ex integrante de AlmaVoce, que estuve presente en el encuentro: nada menos que a Marcela Fiorentino (sí, la hermana de quienes están pensando), que casi sufre un paro cardíaco cuando me dí a conocer. Y no era para menos, ya que la pobre Marce, hace un tiempo atrás, me tiró unos cuantos palitos en la lista "Música Coral", y encontrarse con alguien que le dice así de repente "yo soy Johann Tenorio", debe ser una impresión algo fuerte. Todo bien, Marce, la verdad es que me encantó conocerte.

Me despido hasta dentro de un rato, ya que tengo dos crónicas más para publicar,

Johann

viernes, diciembre 16, 2005

Otro debut en Diciembre

Parece que se ha puesto de moda hacer el concierto debut cuando la mayoría de los coros están haciendo el concierto de cierre del año. Por mí está todo bien, pero ¿no les suena un poco a "debut y despedida"? Bueno, sí, es un chiste fácil, pero qué pretenden a esta altura del año.

Ahora me ha llegado la gacetilla del primer concierto del Vocal Ancora, dirigido por el M° Juan Trapani, y donde canta nuestra querida lectora Noris, a quien ya andábamos extrañando por estos pagos.

Esta es la gacetilla recibida:
VOCAL ANCORA
Los invita a compartir
música y café entre amigos

Obras de:
Monteverdi, Marenzio, Palestrina y Mozart

en
MDM DESIGN & WINES
Av. Maipú 1999 esq. Túpac Amaru - Olivos
Sábado 17 de diciembre - 19 hs
Bueno, de más está decir que les deseo lo mejor para este primer concierto, y si puedo, allí estaré.
Y si no, espero que me cuenten que tal estuvo.

Johann

jueves, diciembre 15, 2005

Prohibido faltar (miren que paso lista)

Les confieso que esta gacetilla me ha puesto en un verdadero dilema: ¿la publico o no la publico?
Es que realmente, el evento es algo de tal magnitud, que casi no haría falta que avise de su realización, ya que de todas maneras la Primera Iglesia Evangélica Metodista (sí, la de Corrientes al 700) va a estar hasta la manija. Y si encima lo publico, vamos a estar demasiado apretados, me parece.
Pero bueno, esto es un sacerdocio, así que adelante con la noticia.

Mañana, viernes 16, a las 21 horas, ahí donde ya anuncié, se van a presentar mis queridos amigos del Sexteto Cantábile, con la dirección de la Mª Betty Rodríguez, presentando su nuevo repertorio de música popular, que incluye obras de Fernando Moruja, Claudio Alsuyet y Javier Zentner, amén de un par de zambas con arreglos de Eduardo Ferraudi, y algunas obritas sacras, como para despuntar el vicio. Y ya con esto, es un muy buen programa para un viernes coral.

Pero eso no es todo.
A continuación, se presentará nada más y nada menos que... el Estudio Coral de Buenos Aires, sí, ése, el que dirige López Puccio. Perdón, el Mº Carlos López Puccio.
Interpretaran la "Messa di Requiem" de Ildebrando Pizzetti (Parma, 1880 - Roma, 1968), obra que seguramente debe ser un estreno en Argentina, fiel a la costumbre del ECBA.

La gacetilla que recibí incluye un pequeño chistecito. De un lado dice "Entrada libre", y del otro dice "Bono contribución $ 5.-", con lo cual uno interpreta que luego de abonado dicho bono, uno es libre de entrar o quedarse afuera. En fin. De todos modos, pagar $ 5.- para ver a esos monstruos, la verdad... es una bicoca.

Última recomendación: vayan temprano...

Johann

Et resurrexit decimoquinta die

¡Aleluya, hermanos, gloria! ¡Mi PC ha regresado de entre los muertos!
Luego de haber sufrido un violento ataque de "capacitoritis" que le provocó una amnesia aguda (o sea, perdí casi todo lo que tenía en el disco rígido), y de 15 días en terapia intensiva, por fin tengo a la pobrecita en casa, ya instaladita y funcionando nuevamente.
Bueno, era eso nomás, pasa que andaba contento y se lo quería contar a alguien.
En un rato les cuento, hay novedades importantes,

Johann

jueves, diciembre 08, 2005

Caramba, qué coincidencia...

La vida nos da sorpresas, evidentemente, y algunas de ellas no son demasiado agradables. Por ejemplo, cada vez que me meto en algún locutorio o me conecto desde la oficina, y entro a pispear las novedades que hay en el blog, me encuentro que alguien me ha mandado alguna gacetilla para el 10/12 (pasado mañana).

No saben cuánto lo lamento, pero justo ese día... cerramos el año con AlmaVoce.

Así es, amigos, este sábado a las 20 horas, el Grupo Vocal AlmaVoce despide el 2005 en el templo "El Buen Pastor", que por otra parte viene a ser nuestra sala de ensayos, así que somos los anfitriones. Y recibiremos nada menos que al Vocal Da Capo, con la dirección del M° Gastón Villazuela y su repertorio de jazz vocal de los años 40 y 50 (¿o eran 30 y 40? ¿o tal vez 20 y 30?, la verdad es que no me acuerdo bien). El templo está situado en la intersección de la avda. Federico Lacroze y la calle Zapiola, a apenas un par de cuadras de la estación Colegiales. Por ahí cerquita pasan también los colectivos 42, 63, 151, 168 y 184, y si quieren caminar un poco más, 6 cuadras al este está la avda. Cabildo, y 6 cuadras al oeste la avda. Alvarez Thomas. No se pueden perder.

Ya les comenté que el Vocal Da Capo hace un repertorio de jazz, pero lo que no les comenté es que... son muy buenos en eso. Un espectáculo realmente recomendable, y unas voces tremendas.

Nosotros haremos nuestro repertorio de música popular latinoamericana, con algunas sorpresitas traídas desde Pinamar (a ver si Rita adivina cuáles), y trataremos de no desentonar, en todo sentido.

Lo que debo aclarar es que la entrada no es gratuita, no señores. Para poder ingresar a presenciar este encuentro deberán venirse provistos de un litro de leche larga vida, ya que en el templo la necesitan para atender las necesidades de muchos pibes necesitados del barrio.

Y sí, la verdad es que lo siento mucho por el M° Bruzzo y su seleccionado de coros de cámara, el Grupo Vocal Modus Ponems y el Vocal Cuatro por Dos, que me han enviado sus gacetillas de conciertos para ese mismo día. No sólo por este intento de robarles público, sino por no poder asistir a sus conciertos.

Que nos vaya bien a todos,

Johann

miércoles, diciembre 07, 2005

Una promesa y un hallazgo

Y sí, no tengo más remedio que seguir posteando desde la oficina, ya que mi PC sigue en el quirófano. El último parte recibido indica que tiene "los capacitores hinchados" (sic), lo cual me hace sospechar que se trata de algún virus de última generación, que ha trascendido de la simple infección de archivos para atacar directamente al hardware. Eso sí, por una cuestión de buen gusto no les comentaré qué es lo que tengo hinchado yo a esta altura.
La cuestión es que tendré que hacer mis demoradas crónicas del encuentro del sábado pasado en la Iglesia Evangélica Luterana Unida, de manera bastante abreviada, ya que es difícil explayarse con la mirada del jefe en la nuca. Pero haré lo posible por no omitir detalles de importancia.

Como apertura del evento, se produjo por fin el ansiado debut coral (¿en qué estaban pensando?) de mi querida amiga la Condesa Sangrienta y su coro, el Grupo Coral In Animis, dirigido por alguien también muy caro a mis sentimientos, el multifacético M° Marcelo Bruzzo. Por supuesto, en estas condiciones es difícil ser objetivo, pero como jamás pretendí serlo, no tendré empachos en hacer un comentario como el que todos esperan de mí, ja, ja, jaaaaa...
El GCIA presentó un repertorio íntegramente madrigalístico, con excepción de la última obra, el "Miserere mei" de Antonio Lotti. Y lo hizo muy bien, con las lógicas imperfecciones del debut, pero de manera más que promisoria. A varios de sus integrantes (de un total de 10) se los notó bastante "asustados", lo cual es más que entendible tratándose para muchos de la primera vez que se presentaban en un concierto de estas características. Pero no hace falta que les diga que eso se cura "caminando escenarios", así que no es un detalle preocupante. Si supieran la de coros que tienen años de conciertos y suenan mucho peor...
Bueno, pero yendo más a lo musical, me gustaron principalmente "April is in my mistress face" de Thomas Morley (uno de mis madrigales predilectos) y "Four arms, two necks, one breathing" de Thomas Weelkes, obra que desconocía y que hace una descripción bastante sutil de algunas actividades que a todos nos gustan y que pueden deducir fácilmente basándose en el título.
Para redondear, diré el Grupo Coral In Animis es un grupo con mucho futuro, siempre y cuando mantengan esta línea de trabajo, tengan suerte con respecto a la estabilidad de sus integrantes... y vayan perdiendo el "miedo escénico". Adelante, chicos, que en toda mi vida jamás he visto a un coreuta ser devorado por el público, si bien alguna vez he tenido intenciones de devorarme a alguna... perdón, perdón.

El hallazgo para mí es el Orphenica Lyra (que se llama Orphenica Lyra a secas, ni "Coro...", ni "Coro de Cámara...", ni "Grupo Vocal" ni nada), un quinteto al que vengo escuchando nombrar desde hace bastante pero al que nunca había visto. Y les tengo que decir que la sorpresa fue mayúscula.
La verdad es que OL es un grupo excelente, empezando por las didácticas presentaciones de su director Cristian Bonomo, quien además se desempeña como tenor, siguiendo por las magníficas voces que lo componen, y culminando con una prolijidad envidiable en la interpretación. El repertorio que abordaron incluyó obras desde el medioevo hasta Monteverdi, y el detalle saliente es que comenzó con un rondó para mezzo solista (sí, una sola voz), luego un dúo para barítono y tenor, luego un trío, etc. Muy original y bellamente interpretado, ya que como dije anteriormente, las voces de sus integrantes son muy apropiadas para los estilos abarcados. Y les juro que, aunque estuve más que atento, no les pude detectar ni una mísera calatura ni desafinación. En ese sentido son impecables, y me quedé preguntándome cómo harán para lograrlo.
Espero volver a ver pronto al OL, ya que no sólo suenan perfectos: son realmente un grupo del cual se puede aprender, y mucho.

Bueno, los dejo antes de que me manden el telegrama,

Johann

jueves, diciembre 01, 2005

Contra viento y marea

¿Pensaban acaso que el hecho de estar sin PC iba a impedir la publicación de los recomendados de Johann para el fin de semana? Ja, ja, jaaaa...
Pues no, señores, jamás. subrepticiamente, tratando de que no me descubra nadie, les acerco las pocas novedades de que dispongo (acuérdense que no puedo abrir mis casillas de mail) desde la mismísima oficina.
Van en el orden que me dicta el bolsillo, o sea, a medida que van surgiendo desde el mismo los papelitos que vengo usando como agenda en estos días. Qué se le va a hacer...

* Este aviso va casi de memoria, así que no me pidan mayores precisiones. O en todo caso, pueden pedírselas al director del coro, o incluso a una de sus sopranos. El Conjunto Vocal In Animis (ni siquiera sé si el nombre es correcto) hace su primer concierto este sábado 3/12 a las 20 hs., en el templo evangélico ubicado en Amenábar entre José Hernández y Pampa. El director es ni más ni menos que nuestro frecuente colaborador, el M° Marcelo Bruzzo, y la soprano a la que me refería es... ¡La Condesa Sangrienta! Sí, sí, señores, debuta la Condesa, así que será un evento histórico. Quien asista, luego podrá decir con orgullo "yo estuve ahí".

* Más amigos en concierto. Mañana mismito, en la Iglesia San Isidro Labrador, av. San Isidro 4630, a las 20 hs., el Vocal Vox Animae experimentará un crecimiento súbito y se transformará en Vocal y Orquesta de Cámara Vox Animae. Semejante metamorfosis se justifica por la interpretación del himno "As pants the hart" (que viene a ser algo así como la versión en inglés del conocido salmo "Sicut Cervus"), de George F. Haendel, las arias "Lascia ch'io pianga" y "I know that my Redeemer liveth" del mismo compositor (en la voz de la soprano Rocío González, que es lo más parecido a un ángel que he escuchado en mi vida), y el Stabat Mater op. 138 de Josef G. Rheinberger. Todo esto cuenta con la dirección del M° Santiago Cano, y creo que con todo lo dicho ya no hace falta más recomendación. En mi caso, no sé si podré ir ya que casualmente tenía planeado cumplir años mañana, pero les insisto en que vayan, aunque más no sea para disfrutar de la voz de Rocío González. Les aseguro que vale la pena.

Tengo entendido que ambos conciertos son con entrada libre y gratuita, y si no digan que van de parte mía. En el peor de los casos, apenas si les cobrarán un mísero recargo por amistades insoportables.

Si todo va bien, mi próximo post será de nuevo desde mi PC,

Johann